Es la historia nefasta que vivió toda Colombia como consecuencia del asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitan, el viernes 9 de abril de 1949.
De ese viernes 9 de abril Tuluá no quiso grabarse ningún acto de depravación ni las casas de quienes encabezaron la turba, peor si elogió y convirtió en una leyenda la descabellada acción de León María Lozano cuando se opuso, con tres hombre armados con carabinas sin munición, un taco de dinamita que llevaba en la mano y una noción de poder que jamás volvió a perder, a que la turba incendiara el Colegio de los Salesianos e hiciera con los curas lo mismo que en las otras ciudades y poblados hicieron ese día: que los colgaran de sus partes nobles, les echaran candela a sus sotanas o los hiciesen salir desnudos por las calles. León Maria Lozano, Vendedor de quesos en la galería lo impidió.
Eso cambió total su modo de actuar.
Desde cuando don Marcial Gardeazabal lo contrató como mensajero de su librería hasta cuando Gertrudis Potes le consiguió el puesto de quesos en la galería, el no había dejado ser el mismo hijo de doña Obdulia, la esposa de don Benito lozano el cóndor de los ferrocarriles. No paso de cuarto de primaria porque los ferrocarriles no solo no pagaban bien el trabado de su padre, sino que le apuntaron una infección en el ojo por un sucio del tren que le cayó un día y que finamente le paso al otro hasta dejarlo ciego, obligándolo a retirarse de la contaduría y a vivir de lo que su mujer alcazaba a coser en la singer vieja que compro a plazos donde don Godofiedo Gómez. Por eso fue que se coloco en la librería de Marcial Como mensajero.
No alcanzó a trabajar los siete años con don Marcial.
Una mañana llegó a su casa con el periódico bajo el brazo para sentarse al lado de su padre para leerle en voz alta porque el viejo ya no podía, allí sufrió un ataque de asma que lo confundió.
Cuando llegó dispuesto a pararse en medio del patio a echarse viento con un fuelle. Ese mismo día su padre entregó su alma al creador.
Su voz gangosa retumbó en Tuluá por muchísimos años desde le puesto fijo del HAPPY BAR que tomo como cuartel general de sus andanzas.
León Maria como buen godo nunca dejó de asistir a misa y ser un católico reconcentrado y un conservador fanático que como dice el dicho “El que peca y reza empata.” No leía sino el siglo y escuchaba la voz católica que solo hablaban del partido conservador, en la galería ya comentaban que los muertos estaban empezando a bajar delas montañas y que en el río Cauca aparecían hasta 5 cada noche con la barriga hinchada, tratando de pasar la bocatoma de la Virginia. Y en verdad que era lo que él tenia; Por que a los doctores de Cali también les había llegado las noticias de las hazañas de León Maria el 9 de abril y conservaban, en esa memoria de hormigas arrieras el recuerdo fiel del gran conservador de Tuluá.
León Maria Recibió del doctor Ramírez Moreno un primer cheque, 3 cajas rectangulares y a convicción profunda de que estaba cumpliendo con su deber de católico y conservador. En solo media hora Tuluá había sido incorporada a la cadena de terror y León Maria Lozano, el mas católico y correcto de sus ciudadanos, como lo resista doña Midita al llegar a este momento, había quedado encargado del dirección.
Desde este momento comenzaron a aparecer todos los día cadáveres en las calles con avalazos detrás de la nuca sin documentos de identificación, eran sepultados como N.N. En el noticiero de medio día Pedro Alvarado dio la noticia escueta sin ningún comentario, leyó el comunicado del comandante de la policía que hablaba de 5 muertes por causas desconocidas.
Quienes oyeron la noticia y habían visto los cadáveres se imaginaron inmediatamente lo ocurrido. La policía del gobernador era la causante.
El alcalde no se había dado por enterado, pero le había prometido a la emisora propalar noticias alarmantes, inseguras o ligeramente equivocadas. Al tercer día fue solo una pero la noticia se perdió, no por la costumbre de que él echo estaba empezando a dejar entre los habitantes de Tuluá, sino porque comenzaron los chismes de León Maria que lo obligaron a mandar sus hijos al internado de Manizales; Luego de un viaje relámpago a Cali para conseguirles desde allá la beca en el colegio.
Todo había empezado por que lo vieron entregando una plata grande a uno de los Espinosa de Trujillo en el Banco de Colombia por la noche, porque los carros de quienes vinieron al entierro de don Luis Carlos estuvieron hasta tarde cuadrados frente a su casa.
Al otro día por que su exigua cuenta de banco resultó con una consignación imposible de hacer con la venta de quesos en un mes. Don Rosendo zapata que era jefe de cuentas corrientes, lo encontró en el bar central y las lenguas empezaron a producir. Maria Elena Jaramillo y poncho rentaría los primeros en entregar datos concretos. Los hijos de don Luis Carlos, que veían esfumarse la herencia de manos del amante que su papá tenia en la caballera, terminaron por gozarlo.
Desde que recibió la orden de los doctores de Cali solo iba 2 Horas a la galería los primeros días, aumentando así el rumor de la herencia lograda.
Consiguió como compañeros a José del carmen celín y Emiro Atehortua se recomendó uno de los espinosa de Trujillo. El no le dijo para que era, y espinosa creyó que seria para instaurar directorios en tierras de prohibición, pero cuando ellos llegaron hacia donde León Maria, esa noche le presentaron a Pascual Zapata, Calisto Aguilera Olimpo Morales, los hermanos Rojas, Manuel y Alfredo. Aunque Espinosa no les hubiera comunicado ellos ya sabían que venían hacer. Por eso no tuvieron mucho que discutir si no recibir las carabinas que todavía estaban bajo la cama y trazaron los primeros planos de acuerdo alas normas implantadas por los señores Doctores de Cali.
De esa manera fue formando a su alrededor un verdadero gabinete de estado. Consiguió quien le manejara el puesto de la galería , se hizo socio de aquí en adelante para lo que tuluá dijera respecto a la Herencia de don Luis Carlos , y dio comienzo a lo que tuluá nunca había podido explicar .
Don Rosendo Zapata jefe de cuentas corrientes de la sucursal del Banco de Colombia fue el primer muerto oficial en las calles de Tuluá. Era el 22 de octubre de 1.949, 6:32 minutos.
Tuluá tuvo que traumatizarse para poder convencerse de quien dirigía esta matazón, era León Maria Lozano el antiguo vendedor de quesos de la galería , el mismo que iba a misa todos los días a donde los salesianos y alas 6 de la tarde se encerraba en su casa a cuidarse de los pavorosos ataques de asma que le daban casi a diario con silbido de sepulcro , ahogo de moribundo y corriera al patio en busca de aire puro .
Para poderse convencer tuluá tuvo que esperar 3 meses mas , enterrar casi un centenar en su cementerio de oír Alos refugiados de las montañas bajar a contar sus pesares , sin embargo , solo el 11 de agosto , cuando la chusma conservadora ataco a rió frió , León Maria Lozano se identifico como el jefe de la banda asesina .
La revista “ LIFE ” Saco en 40 paginas un recuento mágico de la guerra civil no declarada que se vivía en colombina encabezándola con él titulo “ La tierra del Cóndor, el jefe de los Pájaros ”
Los torrentes de Barragán trataron de envenenar a León Maria y doña Gripina su esposa con un queso imprimado de extermino, pero al final el medico lo logro salvarlos.
Pedro de Alvarado el dueño de la emisora, intento denunciar el atropello que sé cometida con la complacencia de las autoridades municipales , pero tuvo que verse obligado a leer el decreto 1453 del gobierno nacional por el cual la condecoración de la orden san Carlos era entregada al ilustre colombiano don león Maria Lozano ; Gestor de muchos lideres cívicos , patrocinados indiscutible del bien publico , a quien oscuros asesinos había intentado ponerle fin creyendo así privar a tuluá del más egregio de sus hijos. Hubo un cambio de gobierno donde León María fue notificado por el comando del Batallón de Buga.
El nuevo gobierno obedeciendo al clamor público , pero al mismo tiempo conservando su línea política que le impedía procesarlo obligo por medio de decreto supremo, la extradición del territorio de tuluá para León María Lozano, en la misma medida para otra docena de jefes políticos de reconocida fama en el resto del territorio nacional. No lo desterrara porque la constitución no lo permitía , y no lo metieron a la cárcel como seguramente lo estarían pidiendo desde sus tumbas los 3.569 muertos de la violencia que fueron enterrados en el cementerio de tuluá.
Y en la mañana del miércoles 28 de mayo Luis Maria Lozano jefe y señor de las bandas de pájaros del valle del cauca conocedor integro de lo que paso en tuluá durante casi 5 años, salió con agripina montado en un yip del ejercito.
Llegó a vivir a Pereira a una casa cerca al parque de la libertad, pasaba los días charlando en el soratama con sus antiguos amigos donde le empezó el ataque de asma, charlando con Alfredo Rojas quien lo ayudo a subir a un taxi, cuando llego a la casa casi no se puede bajar si no es porque su hija Amapola llegaba en ese momento le empezó el ahogo y el corrió desesperado a la repisa a coger el fuelle. Amapola lo ayudo a soplarse pero el asma le fue creciendo y el silbido llenó la casa, hizo abrir puertas y ventanas hasta prendieron un ventilador que prestaron en la casa vecina, pero ni así le mermo ni el ahogo le disipo. Fue en ese momento cuando León María se levantó desesperado y teniéndose el pecho con las manos haciendo creer que por allí se iba a reventar, salió a la calle.
Agripina salió tras de el pero la figura de Simeón Torrente parado en todo el frente de la puerta la hizo frenar en seco . No lo veía desde el día que les fue a llevar los quesos envenenados y creyó que lo que había ante ella era un espanto porque ni color tenia el Simeón después de tantos años.
León María quizá no lo distinguió porque cuando iba caminando de él. Agripina oyó los disparos y vio retroceder trastabillando a su marido hasta que cayó finalmente en la mitad de la calle, cumpliéndose así lo que el lego de Palmira le había ducho el día que don Benito lo llevó por primera vez para tratar de curarle los ataques de asma. Amapola lo recogió, pero ya ni León Maria tenía vida, ni Simeón Torrente estaba por allí, aumentándole a Agripina la creencia del Torrente que mataron en Barragán en los primeros días de la violencia, el que había disparado sobre su marido.
Agripina se vistió de negro que tantas viudas y huérfanos guardaron y siguen guardando cada año. Tuluá entonces podrá vivir el último minuto de su pánico porque estará seguro que los bandidos no se quedarán con esa y el entierro de León María se convertiera en el carnaval e muerte que no pudieron celebrar porque el cambio de gobierno los cogió de sorpresa. Por eso las puertas están cerrada hoy y mañana estarán casi selladas mientras Agobardo Potes toque a muerto en San Bartolomé Cóndores no entierran todos los días.